martes, 16 de diciembre de 2008
en fechas raras
-¿Ahora hablás con el lector?
-No. Hablan ellos conmigo. -Respondo irónico.
-¿Viste la luna? -Pregunta mirando por la ventana.
-Esta más linda que nunca...
-¿Como sabés si no la viste?
-Estoy escribiendo sobre ella. -Contesto- Y ya sabés, a fumar afuera.
-Idiota.
-Adicto. Soy sólo adicto. –Dije y le di mecha.
miércoles, 10 de diciembre de 2008
cuando no tengo ganas de reirme
El hombre de pelo largo se fue, ofuscado. A veces es difícil que cambie de opinión. Y de piel.
-Estás metáforas son horribles. –Me dice, enciende un pucho.
-A fumar afuera, aca sólo…
-Sos un forro.
-Soy un poeta. –Sonrío, enciendo uno de los míos.
Afuera el viento caliente lo envuelve seco, es un golpe en la sien. Yo me quedo donde está el aire, mirando por la venta, que es tan chica como el mundo.
lunes, 24 de noviembre de 2008
ella en la ducha y yo esperando el baño
A veces los días son bombarderos agónicos de víctimas.
Y nunca le tuvimos miedo al cielo rojo, o azul como ahora que nos miramos lento, preciso; títeres de una obra escrita y dirigida por la misma pantomima. Hay deseos que sueltan aullidos, y estos no se escuchan. Más cuando tus gritos me atrapan por la espalda; son escalofríos.
Escalofríos de caramelo.
-Seguís con lo de las parejas…
-Es que soy así, pegajoso.
-Comercial.
-¡No! Un espía que toca, pero no desentona nunca.
-Me aburrís. -Dice poniéndose la ropa.
-Entonces dejá mi camisa en su lugar. –Contesto desde la cama, el mundo.
jueves, 13 de noviembre de 2008
te vas?
La última vez te habías ido lejos, más cerca de los otros que también te esperan, pero me guardo la sensación (casi comprobada) de que el mejor soy yo: por lo menos el que más te gusta. Y te espero. Aún enfermo de rabia y orgullo, con llanto de niño caprichoso te espero pegado al papel, a la carta que nunca escribo. Esa última vez me aburrí tanto, salí a buscarte y estabás lejos, más lejos que nunca; no volviste. Pero ojo, dicen que digo que estoy. Cerca.
-¿No te estarás poniendo medio maricón? –Me pregunta empalagado.
-Esto vende. –Contesto con la mirada brillante.
martes, 4 de noviembre de 2008
ella y su llanto sin sentido
-Basta con eso de la poesía barata... a mí dame algo real -Estalló el cigarrillo antes de apresarlo con la suela del zapato.
-Real? Soy muy real... -Contesté esperando la condena.
Ella dejó pasar los autos antes de cruzar la calle, el zumbido haciendo eco entre las personas mudas. No dejes que el silencio nos asfixie.
-No quiero verte más. No tiene sentido... -Eclipsó.
Cuando volvía de la soledad esperé verte más allá de los recuerdos frios. Y no estabas. Y no era yo quién podía cumplirte todos los sueños de plastilina.
jueves, 23 de octubre de 2008
ella y los caprichos que me gustan
Despertó pasado el mediodía, con la boca reseca, saltó la habitación hasta hundir la cabeza en el inodoro, desperté entre arcadas y sollozos. Tenía la espalda más hermosa que nunca había visto. Detrás de los deseos, pulcros, vitales; demagogo el dolor es una espina fina, aguja clavada en sí. Basta con asomar la partida para entender las cartas, o al revés, aún teniendo en cuenta su forma de ver el mundo. No tengas miedo, las cosas no duran más que un siglo, o dos. Susurré antes de una nueva arcada doblándola al medio.
martes, 21 de octubre de 2008
pasamos el control... respiro
Castigados los secuaces deben quedar en silencio rendidos ante el macho lider.
-Pienso... es el momento de huir, no?
-Te parece?
Un disparo ficcticio captó la última mirada. Dejemos hablar al viento, diría el uruguayo.
jueves, 9 de octubre de 2008
leyendas; puros cuentos de sal
-Afuera las cosas están jodidas... -Dice con la nariz lastimada.
-No digas... y yo sin paraguas! -Repuse absorto.
Dejando el mar quieto, suelto de ropas y tirones de orejas voy más allá de la arena dorada, voy a las espuma. A las olas.
sábado, 27 de septiembre de 2008
con el pecho de acero
-Cómo es la cosa, ahora... digo... -Se atragantó con palabras.
-Quedate tranquilo, sólo tenés que pasar... -Dije pensando muchas cosas.
La noche cerrada, una luz fina entre los arboles. Llegamos a la costa, descargamos la mercadería, y ante la primer distracción empujé al otro barranca abajo. No sobrevivió. Esa es la ley de la selva, hay que estar atento.
martes, 23 de septiembre de 2008
Boludos
cuando tenías ganas de matarme...
Sudo. Enroscado dentro tuyo, dentro del agujero marrón, dentro de mi vida negra salpicada de luz blanca. Sí. Era yo el preso y vos la esclava.
-A qué hora te vas? -Pregunta.
-Con el sol. -Digo sin hablar.
-Es de día.
-Con el sol de mañana. -Respondo irónico.
Mirás por la ventana, veo sus piernas finas (huecas) y las nalgas flacas. Tu espalda lisa decorada por la enredadera negra que es tu pelo. Mí pelo. Porque te agarro bien fuerte todas las noches que fueron ayer. Y la cama tiene olor, y yo no me voy de acá ni muerto. Aún viéndote con el cuchillo en una sombra nítida. Aún suponiendo que la sangre no sale de las sábanas blancas.
martes, 16 de septiembre de 2008
Vos anotame, después vemos...
Bombardean a tiempo, cuelgan sus medias sucias, y yo con tenedores entre dientes y mordidas de cartón saludo, al desfile, sideral.
martes, 9 de septiembre de 2008
Lo único que falta es que cierren las cuentas....
-¿Le preguntaste por qué?
-No, esas cosas nunca se preguntan. –Contesté.
Caía la tarde y los árboles jugaban tenis de same (mesa) y nosotros sentados, parados, corriendo plácidamente alguna locura descartable. Qué pedirle a la mujer entregada. Podemos dejarla morir de frío, o atropellarla con nuestra inconformidad. Yo espero el viaje siguiente, o por lo menos: espero.
lunes, 1 de septiembre de 2008
Transporte púbico
La gorda me masturba y yo, roto, deshidratado de hormonas, furioso en vez de sonrojado echo una eyaculación titánica. Un volcán genital aullando. Deja de tocarme, me mira, sonríe tímidamente. Llegamos a la estación, bajo untado en crema. Ella sigue su viaje, esperando gozar nuevamente. Ella. La muy puta. Puta.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Trolos
Un golpe redondó lo volteó hasta el piso húmedo. La nariz llena de porquerías, el gordo, sentado con la panza enorme.
Esto va para los que nunca duermen, y se tocan.
lunes, 25 de agosto de 2008
vos y tus sentimientos ocultos
-¿Por?
-Digo no más...
Había estallado un trueno sordo en medio de la noche quieta. Nunca entendieron la salida ni los misterios del tiempo, para qué, si ahora deben estar todos muerto, pensó Luger, mientras encendía el último sorbo de la pipa. No salieron, o decidieron guardarse en un rincón oscuro de sus mentes aterrorizadas. Años pueden pasar hasta que vuelvan a ser. La humanidad desaparecía junto a ellos, junto a tantos somniolentos o conformes mortales. Otra exploción, y el viento de fuego abrigando los sentidos hechos cenizas.
Algún día volverá el sol, y ellos no podrán verlo.
jueves, 21 de agosto de 2008
El cuerpo en huelga
viernes, 25 de julio de 2008
...dos de más
-Es buena. -Dice limpiandose una mueca.
-Sin palabras. -Repito mecánicamente.
Más allá una luz roja, el auto quieto en mitad de la calle. Después, silencio.
miércoles, 4 de junio de 2008
Mamuts
-Hay que hacer parar la lluvia.
domingo, 1 de junio de 2008
De risas y escafandras...
martes, 27 de mayo de 2008
La leyenda del mano rara
(...) Del dolor se aprende mucho más que de la felicidad. Siempre lo supe. El cheque llegó como de costumbre a término, o a principio, o en fecha; importantísimo. El reflejo del sol daba de lleno contra el asfalto entibiándolo, subí por la escalera contando cada uno de los billetes. No faltaba ni una moneda, pedí un poco de cambio para poder moverme; la última suma fija que recibía, hice la cuenta nuevamente: a una persona normal, la suma le alcanza para vivir unos dos meses tranquilamente, en mi caso, haciendo algunas excepciones, tres, incluso tres y medio. La ventana daba al jardín, que como todo monoblock terminaba en la vereda. El aire cálido, señales de un buen día, hice té, un té inglés que supe robarme de algún café o vaya uno a saber cómo llegó a casa. Conté nuevamente los billetes, los puse en un sobre guardándolos en el zócalo suelto, atrás del placard.
domingo, 25 de mayo de 2008
Quietud
-Extraño el sol. -Susurró.
Preferí callar, o dejarme llevar por la gotas de rocío cayendo como una cortina metálica. El aire denso, pegajoso. Preparé uno de los míos.
-Cosecha personal... -Dije austero.
-Un gramo de luz en las tinieblas.
Su voz fue eco, y se deshizo en la soledad de nuestras iluciones. A lo lejos un motor; pasos. El río estaba tranquilo; fumamos, fuimos uno sólo suspiro.
Más allá del puente, entre el frenesí de la ciudad, una sonrisa vertical nos espera.
viernes, 23 de mayo de 2008
Sólo dos
-Siempre pensé que estabas equivocado. -Dijo, sacudiendo la nariz.
-Es dificil entenderlo...
-¡No! Es demasiado lógico...
Afuerra una luna tímida nadaba. El silencio nos volvió a llenar, esperamos inquietos el amanecer.
miércoles, 16 de abril de 2008
Escondido con la felicidad
ya había perdido,
sentía, leve, una gota de alivio;
caía la tarde miope.
Fueron pasos secos
llevándolo hasta el destino que, inexperto,
lo esperaba.
Las sensaciones eran a sólo cadenas,
murciélagos blancos, un mar de piedra.
Lo vio siempre sin cerrar los ojos:
su piel cuarteada deshaciéndose con el
tiempo. Es culpable como todos y lo sabe.
La noche parecía un sin fin de lunares
blancos en un paño azul.
Emiliano D